Hace casi 2 años estaba súper entusiasmada con esta idea del Dashboard visual, dije ¡¡¡sí!!! Dibujaré mis planes y realizaré un seguimiento de mi progreso y estableceré los hitos necesarios para lograr mis objetivos personales y laborales…
Compré banderas de diferentes colores, compré un tablero y diferentes materiales: Pintura, calendario de papel, ¡y todo para que sea único! ¡Esto fue para mí!
Me tomó varias horas pero lo que no importaba era mi momento de creación y estaba planeando reelaborar esa belleza cada año… ¡Dios mío! ¡Estaba tan orgulloso! ¡Qué persona tan disciplinada! — Leí artículos en la web y todos decían ¡¡si lo visualizas lo entiendes!! simplemente ponga todos los pasos necesarios en el camino 🙂
¡Así le conté a Dios mis planes y no sólo los expresé verbalmente sino que los escribí!
Durante 2021 estuve siguiendo todo, poniendo notas, reflexiones cuando algo no iba según lo planeado… estaba siguiendo mi estado de ánimo y lo que lo hacía mejor y a mis amigos les explicaba lo efectivo que era… Ellos también estaban orgullosos y querían para replicarlo…
Sin embargo, después de la Q2 las cosas no iban tan bien y estaba menos entusiasmado… ¡Me di cuenta de que mis planes incluían cosas que no estaban bajo mi control como los sentimientos de otras personas, la dirección de mi empresa y la dirección del mundo!
Me di cuenta de que la visualización funciona en determinadas circunstancias y, sin embargo, los factores externos pueden sorprenderte. ¿Cuál fue la lección?
- La planificación es buena, pero cuando cambie de dirección, acéptelo, abrácelo y adáptese lo más rápido posible.
- Lo que no está bajo tu control, es mucho más difícil de conseguir. Reconoce eso y si no puedes influir en el resultado, ¡déjalo ir!
- No hay una verdad absoluta ahí fuera, he leído tantas cosas, sigo consejos, tendencias, etc. pero al mismo tiempo he visto tantas cosas cambiando de un extremo a otro, que me convencí de que es bueno probarlas. pero no a ciegas 😉
- Finalmente, adiós Calendario 2021, te guardé durante algunos meses, me recordaste tantas cosas… ¡pero es hora de decir adiós! ¡Te dejo ir!
Sigo siendo apasionado por lo que hago… esas lecciones no me quitan la energía, sino que añaden más a mi biblioteca de lecciones aprendidas. – Gracias por eso 🙂
