Navegando por el bienestar en la vida personal y en su organización

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Si te preocupas profundamente por el bienestar de tu organización y el tuyo propio, me gustaría invitarte a seguir leyendo.

Recientemente, tuve el privilegio de conocer a una joven de unos 20 años, llena de aspiraciones y un amor genuino por la naturaleza y los perros. Inmediatamente nos conectamos por nuestras pasiones compartidas. Durante nuestra conversación, mencionó que estaba tomando vitamina D para combatir los efectos del invierno en su bienestar general.

Explicó: “He oído que ayuda a aliviar la depresión durante esta época del año”.

Más tarde, me crucé con una mujer de unos 40 años a la que le habían diagnosticado un trastorno afectivo estacional (TAE). A pesar de parecer exitosa e independiente, no parecía haber ninguna razón aparente para que ella estuviera sufriendo depresión. Este encuentro me recordó a alguien que conocí hace años en Suiza y que me explicó que las tasas de suicidio tienden a aumentar durante los meses de invierno.

Finalmente, hablé con una persona increíblemente positiva que tiene la capacidad de iluminar cualquier habitación. Mi amigo Joe, exuda honestidad, amabilidad y energía ilimitada. Precisamente el otro día me compartió su experiencia en una reunión en su empresa. Cuando se aborda el tema de la implementación de iniciativas de bienestar. Se planteó esta cuestión, brindó su opinión y afirmó que, aunque las iniciativas eran positivas, muchos empleados no tuvieron tiempo de participar debido a su gran carga de trabajo.

Para su sorpresa, un colega de Recursos Humanos se le acercó durante el receso y le dijo que su comentario era inapropiado. Este encuentro lo dejó desalentado y cuestionando el valor de compartir comentarios. Me preguntó: “¿No se supone que Recursos Humanos es el departamento que brinda más apoyo?”

Está claro que el bienestar, tanto personal como organizacional, es un tema que necesita atención urgente.

Antes que nada, entendamos qué significa estar en un estado de bienestar.

El bienestar puede definirse como un estado de buena salud física, mental y emocional, que va más allá de la ausencia de enfermedad. El bienestar físico implica tener un estilo de vida saludable, mientras que el bienestar mental se centra en los aspectos cognitivos y emocionales. El bienestar emocional se refiere a reconocer y expresar las emociones de forma saludable. El bienestar social implica relaciones de apoyo y el bienestar espiritual se relaciona con la paz interior y el propósito. El bienestar requiere atención y esfuerzo continuos, y priorizarlo puede conducir a una mayor felicidad, productividad y resiliencia. Las organizaciones que priorizan el bienestar de los empleados crean resultados positivos y fomentan el éxito.

Estar en un estado de bienestar significa que un individuo experimenta un equilibrio armonioso entre estas diversas dimensiones de la salud. No es un estado estático sino más bien un estado dinámico y en constante cambio que requiere atención y esfuerzo continuos. Implica el cuidado personal, la autorreflexión y la toma de decisiones conscientes que apoyen el bienestar físico, mental, emocional, social y espiritual.

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Al priorizar y fomentar el propio bienestar, las personas pueden experimentar una mayor felicidad, productividad y resiliencia. Están mejor equipados para manejar el estrés, superar desafíos y llevar una vida plena. De manera similar, las organizaciones que priorizan el bienestar de los empleados crean entornos positivos y de apoyo que fomentan el compromiso, la motivación y el éxito general de los empleados.

Dicho esto, ¿dónde están las áreas en las que las organizaciones pueden ayudar a los empleados a mantener su bienestar en un nivel ideal?

  1. Fomentar una cultura de bienestar: las organizaciones pueden crear una cultura que priorice y apoye el bienestar de los empleados. Esto se puede lograr promoviendo el equilibrio entre la vida laboral y personal, proporcionando acuerdos laborales flexibles y fomentando la comunicación abierta sobre cuestiones de bienestar. En el caso de Joe, se desanimó: ¡¡¡presione la parte inferior de Alarma!!! ¡Eso no puede volver a suceder!
  2. Proporcionar programas de asistencia al empleado (EAP): los EAP ofrecen a los empleados acceso confidencial a recursos y apoyo para desafíos personales y laborales. Estos programas pueden incluir servicios de asesoramiento, asistencia de gestión financiera y recursos para el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
  3. Ofrecer programas de bienestar: las organizaciones pueden implementar programas de bienestar que promuevan la salud física, mental y emocional. Estos programas pueden incluir clases de fitness, entrenamiento de atención plena, talleres de manejo del estrés y recursos de salud mental.
  4. Fomentar descansos regulares y tiempo de vacaciones: las organizaciones deben alentar a los empleados a tomar descansos regulares durante la jornada laboral y utilizar su tiempo de vacaciones. Esto ayuda a prevenir el agotamiento y permite a los empleados recargarse y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
  5. Brindar oportunidades de capacitación y desarrollo: Ofrecer oportunidades de capacitación y desarrollo, tanto a nivel profesional como personal, puede contribuir al bienestar de los empleados. Esto puede incluir talleres sobre manejo del estrés, resiliencia y crecimiento personal, así como oportunidades para avanzar profesionalmente.
  6. Arreglos de trabajo flexibles: las organizaciones pueden ofrecer arreglos de trabajo flexibles, como opciones de trabajo remoto, horarios flexibles y semanas laborales comprimidas. Esto permite a los empleados equilibrar mejor su trabajo y sus responsabilidades personales, reduciendo el estrés y mejorando el bienestar.
  7. Promover recursos de salud y bienestar: las organizaciones pueden brindar acceso a recursos de salud y bienestar, como gimnasios en el lugar, opciones de alimentos saludables e incentivos de bienestar. Al promover hábitos saludables, las organizaciones pueden ayudar a los empleados a mantener el bienestar físico.
  8. Abordar la carga de trabajo y las expectativas de carga de trabajo: las organizaciones deben evaluar y abordar periódicamente las expectativas de carga de trabajo para evitar que los empleados se sientan abrumados o con exceso de trabajo. Esto puede implicar la distribución de la carga de trabajo, la delegación y la provisión de recursos y apoyo adecuados.
  9. Fomentar la comunicación y el apoyo: las organizaciones deben fomentar la comunicación abierta y transparente entre los empleados y la dirección con respecto a las preocupaciones de bienestar. Esto incluye crear un ambiente de apoyo y sin prejuicios donde los empleados se sientan cómodos buscando ayuda y apoyo.
  10. Reconocer y celebrar los logros: reconocer y celebrar los logros e hitos de los empleados contribuye a su sentido de valor y motivación. Las organizaciones pueden implementar programas de reconocimiento y celebrar hitos para promover un ambiente de trabajo positivo y de apoyo.

En general, mantener el bienestar de los empleados requiere un enfoque holístico que aborde los aspectos físicos, mentales, emocionales, sociales y espirituales de la salud. Al implementar estas acciones, las organizaciones pueden crear y apoyar el bienestar de sus empleados.

Personalmente ¿qué puedes hacer?

A nivel personal, existen varias acciones que cualquier persona puede realizar en beneficio de su bienestar. Estas acciones incluyen:

  1. Priorice el cuidado personal: Tómese el tiempo para priorizar actividades de cuidado personal que promuevan el bienestar físico, mental y emocional. Esto puede incluir dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad, practicar la atención plena o la meditación y realizar pasatiempos o actividades que le brinden alegría y relajación.
  2. Practique límites saludables: establezca límites saludables en todos los aspectos de la vida, incluido el trabajo, las relaciones y el tiempo personal. Aprenda a decir no cuando sea necesario y asegúrese de que las necesidades y prioridades personales no se vean comprometidas por el bien de los demás.
  3. Busque apoyo: comuníquese con amigos, familiares o profesionales para obtener apoyo cuando sea necesario. Es importante contar con una red de personas que puedan brindar apoyo emocional y orientación durante tiempos difíciles.
  4. Participar en relaciones positivas: Fomente relaciones sanas y positivas con amigos, familiares y colegas. Rodearse de personas que lo apoyen y lo alienten puede contribuir en gran medida al bienestar general.
  5. Practique la atención plena y la gratitud: incorpore prácticas de atención plena y gratitud en la vida diaria. Tómate el tiempo para estar presente en el momento, apreciando las pequeñas alegrías y expresando gratitud por las cosas que te traen felicidad y plenitud.
  6. Establezca objetivos realistas: establezca objetivos realistas y divídalos en tareas más pequeñas y manejables. Esto ayuda a crear una sensación de logro y motivación, evitando al mismo tiempo sentimientos de abrumador o estrés.
  7. Tome descansos y vacaciones: asegúrese de tomar descansos regulares durante el día para recargar energías y evitar el agotamiento. Además, utilice el tiempo de vacaciones para relajarse, descansar y participar en actividades que le brinden alegría y rejuvenecimiento.
  8. Aprendizaje y crecimiento continuo: busque oportunidades de crecimiento y aprendizaje personal, ya sea a través de la lectura, asistiendo a talleres o clases, o probando nuevas experiencias. Esto ayuda a fomentar un sentido de propósito y mantiene la mente ocupada y estimulada.
  9. Practique la autorreflexión: Tómese el tiempo para reflexionar sobre sus pensamientos, emociones y acciones. Esta autorreflexión puede conducir a una mayor autoconciencia y crecimiento personal.
  10. Busque ayuda profesional cuando sea necesario: si tiene problemas de salud mental o se siente abrumado, es importante buscar ayuda profesional. Los profesionales de la salud mental pueden brindar orientación, apoyo e intervenciones para mejorar el bienestar general.

Al incorporar estas acciones personales en la vida diaria, las personas pueden dar pasos significativos para mejorar su bienestar general.

Es importante recordar que el bienestar es un viaje que dura toda la vida y requiere esfuerzo y atención constantes, no se lo dejes a otros, ¡hazlo tuyo porque es tu responsabilidad!